Más concretamente su título "El viaje al amor" (2007). Eduard Punset, abogado, economista y sobre todo dueño de una inquieta mente, ha redactado un ensayo científico dedicado al amor universal terriblemente cojo. Tan cojo que me escuecen los euros invertidos en el librito. Y es que no puedo perdonarle a un señor en tantas otras ocasiones tan riguroso un par de graves "deslices":
1- ¿Por qué pasa al menos un tercio del libro mencionando el amor cuando realmente quiere decir sexo?
2- ¿Cómo es posible que en un ensayo sobre el amor reluzca por su ausencia la perspectiva de género? ¡Ni siquiera distingue los conceptos de sexo y género!
3- ¿En qué estaba pensando Eduard cuando olvidó de manera rotunda realizar un análisis decente del fenómeno de la dependencia emocional?
4- ¿Es riguroso dedicar un capítulo entero (con nombre "La fórmula del amor") a la explicación del desarrollo estadístico de una encuesta (usando jerga tipo análisis cluster, discriminante, de proximidad), que asegura ser instrumento de medida de la capacidad de amar de la persona encuestada, y cuya fuente es Coca-Cola?
5- Y como colofón, autobombo, y demostración de la ridiculez que puede suponer este ensayo de divulgación, aquí os arrojo mis resultados de la susodicha encuesta:
1- ¿Por qué pasa al menos un tercio del libro mencionando el amor cuando realmente quiere decir sexo?
2- ¿Cómo es posible que en un ensayo sobre el amor reluzca por su ausencia la perspectiva de género? ¡Ni siquiera distingue los conceptos de sexo y género!
3- ¿En qué estaba pensando Eduard cuando olvidó de manera rotunda realizar un análisis decente del fenómeno de la dependencia emocional?
4- ¿Es riguroso dedicar un capítulo entero (con nombre "La fórmula del amor") a la explicación del desarrollo estadístico de una encuesta (usando jerga tipo análisis cluster, discriminante, de proximidad), que asegura ser instrumento de medida de la capacidad de amar de la persona encuestada, y cuya fuente es Coca-Cola?
5- Y como colofón, autobombo, y demostración de la ridiculez que puede suponer este ensayo de divulgación, aquí os arrojo mis resultados de la susodicha encuesta:
"Puntuación igual o mayor de 76: significa que, en general, usted es una persona capaz de establecer vínculos afectivos estables y sólidos, a quien no asustan los compromisos, que disfruta relacionándose con los demás, que tiene o es capaz de mantener una relación de pareja madura basada en el respeto, la comprensión, el compromiso y la pasión. Que no se arredra ante las dificultades, que cuando cae se levanta y no mira atrás. Usted sabe que casi todo en la vida tiene un lado bueno, lo cual no significa, necesariamente, que la vida le sonría, pero usted sí sonríe a la vida. Es un individuo con curiosidad intelectual, con sentido del humor y con una autoestima bien establecida, que sabe valorarse y que, posiblemente, es valorado, sin que ello implique estar centrado en uno mismo, al revés, usted es sensible a los problemas o dificultades de los demás. Posiblemente, usted sea la pareja y/o el amigo que todos desearíamos tener."
Ejem, ¡¡¡pues ya estoy esperando que me contraten los de Coca-Cola!!!
Eva
¡Saltó al cuello! :D Punset hace divulgación de la ciencia para los que no les gusta la ciencia, por eso se permite tantas libertades en sus textos. No hace falta más que leer su blog.
ResponderEliminarLo de la fórmula, en "El viaje a la felicidad" también me lo tomé a chiste, y no niego que esté más veces en desacuerdo con lo que dice este hombre pero no me disgusta leerle o escucharle porque sus palabras suelen incitar -más que aleccionar o demostrar- a la reflexión, como una guía de perspectiva.
Te sugeriría, si me permites el tuteo, que dejes de ver a Punset de manera tan rigurosa pese al seguimiento que tenga en la sociedad. O vas a dar la impresión de que le tienes envidia...
No me he leído este libro, pero en "El viaje a la Felicidad" --del que he de confesar que me gustó mucho ;) y que, como dice Cinquetto, me invitó a la reflexión-- sí que eché de menos la perspectiva de género. Especialmente cuando cuestiona por qué será que la ciencia, hasta fines del siglo XX, pp. del XXI, no ha estado interesada en el estudio de las emociones y sólo priorizaba "lo racional".
ResponderEliminarEvidentemente hay todavía más ciencia que divulgar, que integrar, con la que ir rellenando esos agujeros negros... supongo... lo creo ;)