El resentimiento de la oveja negra
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Durante mucho tiempo aquel rebaño vivió tranquilo con su pastor, su perro,
sus 72 ovejas blancas y su única oveja negra, pero de pronto algunas ovejas
tam...
Amo como soy
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Una Frida de tanto escuchar a su compañera de piso odiando su cuerpo, está
empezando a dudar del suyo propio. Nos pregunta cómo puede hacer para
quererse...
Lectores
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He inaugurado una exposición en la Librería GIL de la Plaza de Pombo de
Santander, el pasado 23 de abril de 2018, con motivo del día del libro. Y
la temá...
Ideas para la decoración navideña
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Traer alegría a tu casa en estas fiestas es muy sencillo con estas ideas
tan originales. A todo el mundo le encanta la decoración de Navidad, está
llena de...
Pensaba que esto también lo había soñado
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Pero no.
Según la documentación del tribunal, un adolescente de Melbourne habló de
pintarle a un canguro el símbolo del Estado Islámico, llenarlo de
explo...
El Pueblito Pesebre y la magia
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El proyecto en el que colaboro es parte de la alianza entre la Fundación
Edex y el Instituto Proinapsa de la Universidad Industrial de Santander. Se
trata ...
Esto tiene que acabar
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Gabilondo reflexiona sobre la operación Púnica y sus consecuencias. Más
información: Una operación anticorrupción local y regional deja 51 arrestos
La ...
Mano dura
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Lo primero que hice al llegar a Ciudad de Guatemala fue comprar
dos periódicos. Me abrumó la cantidad de noticias sobre asesinatos
en general y feminicid...
DIVA DE FILM
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Mitad diva mitad musa, a Cloe le gusta proyectarse en las escasas paredes
desnudas que le quedan a la gran ciudad. En sus ratos muertos pasea por la
urbe...
Ni perdón ni olvido
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Se llamaba M.F. Era electricista. Tenía 45 años, mujer y una hija menor de
edad. Había agotado el paro y sólo cobraba 300 euros de pensión por la
depresión...
Los mejores ratos: Nuevo blog
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Los mejores ratos son aquéllos vividos en las películas, sobre todo. Y en
los libros. Y en el fútbol. En los mundos temporales.
Este blog habla sobre ellos...
Número Nueve
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Nº9
¡¡ Se abre la veda de relato corto !!
Con el número nueve se da inicio al segundo concurso de relato corto.
Pinchos, tapas, vinos, temas, trazos, lugar...
Mi opción personal es mantener vivos los pájaros de mi cabeza y no pisar continuamente el suelo, imaginar que todo puede llegar a ser mejor e intentarlo aunque fracase en la batalla.
Posiblemente así me garantice una insatisfacción crónica, pero sin inquietudes no hay ni movimiento, ni acción, ni avance, y para producir algo bonito primero hay que hacer el esfuerzo de imaginarlo.
¿Qué mundo queremos?
¿Alguna vez te he dicho lo mucho que odio los phrasal verbs? Yeaks...
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