¿Dónde quedó lo luminoso? Primero, eclipsada. Después, enterrada. Viva. O no muerta. ¿Y ahora? ¿Y al resurgir? ¿Dónde quedó el brillo? ¿Dónde quedó la luz propia? ¿Se extinguió? ¿O se esconde bajo la sombra del miedo, camuflado de cautela? Encuentro nueva gente luminosa en mi camino, a la que no puedo dejar de mirar, reconociendo su reflejo como propio, desde la nostalgia, desde la emoción, desde la esperanza y la ilusión. Y me dicen mis pilares que sigo siendo oro, oro puro, cubierta de barro y dolor, en esencia oro. Encuentro más barro en lingotes de oro puro a mi alrededor. Y brindamos porque el tiempo ponga todo en su lugar, clamando justicia, limpiando con alcohol y fiesta las heridas de la vida. En esencia, con la mejor de las curas, con amor puro y duro en vena.
Gracias, Talavera.
Eva
Gracias, Talavera.
Eva