"Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco... No hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando...
Y al respirar, intenta ser quien ponga el aire que al inhalar te traiga el mundo de esta parte..."
Vetusta Morla - Al respirar

viernes, 30 de abril de 2010

Too many ways

"De mayor quiero ser como Leonor Watling..." Y es que me hayo embriagada con tantos buenos lanzamientos musicales que no rozo el suelo... Doctor Deseo, Maga, Paul Weller, Niños Mutantes, Marlango... ¡No doy abasto! Y es que la primavera, además de alterar la sangre, revolucionar las hormonas y fomentar situaciones inesperadas, es germen de creación, de vida, de resurgimiento, de experimentación y vivencia de nuevos horizontes...
¡A disfrutarla se ha dicho!
Eva

Too many days
to find
Too many ways

to get lost
or get found
or just stay here
sitting round


Too many words
to explain
all the ways

to get lost
or get found
or just stay here
going round


I hide my head between
my arms

and see all things
flying by


Swirling in the air

Shifting as I stare

(...)

Marlango

miércoles, 28 de abril de 2010

De la mano de un deseo

Una gozada de disco este último "Deseo, cartografía imposible" (Baga Biga, 2010), de los mejores embajadores de Bilbo con diferencia, los grandísimos Doctor Deseo... Pura poesía envuelta en melodías muy conseguidas, edulcoradas con notas de color en forma de versiones norteñas de sonidos del sur, reverberando sabia filosofía y, como siempre, derrochando amor...
Eva

(...)
Quién me iba a decir...
Que después de lavar el dolor

con tantas lágrimas como estrellas hay,
después, él me enseñó
a ser más fuerte
y mejor.

Que romperme en mil pedazos
no estuvo tan mal,
morirme un poquito fue la oportunidad,
la patada en el culo
para volver a nacer
mejor...

Buscando siempre detrás, detrás,
respirando despacito,

que este dolor sólo es

la sombra de otro más viejo...

Doctor Deseo

martes, 27 de abril de 2010


Platero y Tú - Me dan miedo las noches

Paradojas de la vida. Cómo integrar lo que te conviene con lo que deseas cuando son polos opuestos. Cómo negar los vínculos que te aferran al diablo. Cómo aprender a ser fiel a una misma cuando tu ejercicio cotidiano es de autoinmolación.

Eva

lunes, 26 de abril de 2010

Yo no soy de esta tierra.
Era ya extranjera en la distancia
del vientre de mi madre

y todo, de los pies a la alcoba me anunciaba
destierro.
Busqué de las palmeras

mi voz entre sus signos
y perforé los hachones

encendidos la amarga

región del azabache. Yo no sé

qué vuelo de planetas torcería
mi suerte.
Sobre el mudo desvío, sé que voy,
como víbora en celo, persiguiendo
el rastro de mi exilio.

No encontrará mi alma su reposo
hasta que en ti penetre
y me amanezca
y ría.


Juana Castro


Bebe - Siempre me quedará

La muette

Hoy prefiero no escribir...
Eva


Yann Tiersen - La muette

lunes, 19 de abril de 2010

¡Chas!

Estaba descubriendo un grupo nuevo para mis oídos, SuperSubmarina, cuando de repente me topo con una versión que me ha dejado loca...



Y es que ese ¡Chas! es un hito de mi infancia, seguramente de la de toda mi generación. Me he recordado de repente en el patio del colegio, supermenuda, no más allá de preescolar pues la canción es de 1987, cantando y bailando esta canción, con coreografía perfecta incluida. Pero tenía un lapso en la memoria sobre quién cantaba esta canción. Y tras la labor de investigación en YouTube, me encuentro con... ¡una Christina Rosenvinge totalmente irreconocible!




Tenía que colgarlo, ¡no había alternativa!
Eva

jueves, 15 de abril de 2010

The heart asks pleasure first

Como una niña con zapatos nuevos, corretea por entre los pasillos de un teatro neobarroco, que no es lo mismo que por los pasillos ni que entre ellos. Explora las escalinatas sintiéndose princesa republicana de un reino sin fronteras, inundada de un nerviosismo feliz y vivificante. Se esconde, sonríe, se luce, se va. Ocupa un lugar privilegiado en la platea y habla por hablar forzada por el tío de al lado. Oye sin escuchar las cuatro palabras que bien podrían ser las del vecino en el ascensor. Sólo tiene oídos para quienes ocupan el escenario, nadie más irrumpe, aunque a veces le gustaría toparse contigo. Se embriaga de sonidos que le inundan los ojos. Sueña con esconderse en algún palco hasta que desalojen la sala, apaguen las luces y cierren las puertas, eso sí, después de haber secuestrado al pianista. Y llorar, entonces llorar sin límites, rompiendo las presas de contención que presionan sus párpados. Volver a sentir el arte como el filtro que rige la percepción de su mundo, que le garantiza la belleza, que le protege de las tragedias. Y sabe, ella sabe, que se encontrará contigo cuando deje de buscarte. Pero para entonces, ya no dolerás.
Eva (eternamente agradecida, sr. Nyman)

Michael Nyman - Trysting Fields

lunes, 12 de abril de 2010

D. O.

El corcho de mi cuarto me pinza con nostalgia. El monte desde el Guggenheim a veces me parece pintado. En ocasiones me siento tan observada como si viviese en el show de Truman. Y sola, en una cama tan ancha, que cada día se hace más acogedora. Ahora, después de tanto tiempo, de tantos viajes, y de un cum laude en renegar, siento mi denominación de origen corriendo por mis venas. Y que nadie se atreva a blasfemar.
Eva

jueves, 8 de abril de 2010

Nihilistos

Viñeta de Liniers, con todo mi cariño para todos aquellos "nihilistos" a los que he conocido...
[¡¡¡qué tedio!!!]
Eva

¿Dejad que los niños se acerquen a mí?

Un artículo de Sinéad O'Connor, con mucho conocimiento de causa, publicado ayer en El País.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/variante/brutal/catolicismo/elpepuopi/20100407elpepiopi_13/Tes
Y un recordatorio de una sugerencia documental que hice hace tiempo, http://zirimirionirico.blogspot.com/2008/11/lbranos-del-mal-deliver-us-from-evil.html
Eva

TRIBUNA: SINEAD O'CONNOR

Una variante brutal del catolicismo

Para la cantante, las disculpas del Papa por los abusos sexuales a menores en Irlanda son huecas. No asume ninguna responsabilidad. ¿Qué hay de la complicidad del Vaticano en el ocultamiento de estos delitos?

Cuando era niña, Irlanda era una teocracia católica. Si se acercaba un obispo por la calle, la gente se apartaba para dejarle paso. Si asistía a un acontecimiento deportivo, el equipo se aproximaba a arrodillarse y besarle el anillo. Si alguien cometía un error, en vez de decir "Nadie es perfecto", decíamos "Podría pasarle hasta a un obispo".

Esta última frase era más certera de lo que imaginábamos. Hace unos días, el papa Benedicto XVI escribió una carta personal en la que pedía perdón -por decir algo- a Irlanda por los decenios de abusos sexuales a menores que cometieron unos sacerdotes en los que se suponía que debían confiar esos niños. Para muchos irlandeses, esa carta del Papa es un insulto no sólo a nuestra inteligencia, sino a nuestra fe y a nuestro país. Para entender por qué, hay que tener en cuenta que los irlandeses hemos sufrido una variante brutal del catolicismo basada en la humillación de los niños.

Yo lo viví en persona. Cuando era niña, mi madre -una madre maltratadora y todo lo contrario de lo que debe ser una buena madre- me animaba a que robara en las tiendas. En una ocasión me atraparon y pasé 18 meses en el Centro de Formación An Grianán, una institución para niñas con problemas de conducta en Dublín, por recomendación de una trabajadora social. An Grianán era una de las hoy tristemente famosas "lavanderías de las Magdalenas", patrocinadas por la Iglesia, que albergaban a adolescentes embarazadas y jóvenes poco dóciles. Trabajábamos en el sótano, lavando la ropa de los curas en fregaderos con agua fría y pastillas de jabón. Estudiábamos matemáticas y mecanografía. Teníamos poco contacto con nuestras familias. No cobrábamos ningún sueldo. En mi caso, por lo menos, una de las monjas fue buena conmigo y me regaló mi primera guitarra.

An Grianán era un producto de la relación del Gobierno irlandés con el Vaticano; la Iglesia gozó de una "posición especial" recogida en nuestra Constitución hasta 1972. Todavía en 2007, el 98% de los colegios irlandeses estaba en manos de la Iglesia católica. Pero los colegios para niños difíciles han estado siempre plagados de castigos corporales salvajes, maltratos psicológicos y abusos sexuales. En octubre de 2005, un informe encargado por el Gobierno identificó más de 100 acusaciones de abusos sexuales cometidos por sacerdotes entre 1962 y 2002 en Ferns, un pueblo a unos 100 kilómetros al sur de Dublín. La policía no investigó a los sacerdotes acusados; se dijo que padecían un problema "moral". En 2009, un informe similar involucró a los arzobispos de Dublín en la ocultación de varios escándalos de abusos sexuales entre 1975 y 2004.

¿Por qué se toleraba esa conducta criminal? Según el informe de 2009, el "importantísimo papel que ha desempeñado la Iglesia en la vida irlandesa es el motivo por el que se consintió que no se pusiera fin a los abusos cometidos por una minoría de sus miembros".

A pesar de la larga relación de la Iglesia con el Gobierno irlandés, la carta en la que el papa Benedicto pide teóricamente perdón no asume ninguna responsabilidad por las infracciones de los curas irlandeses. Dice que, "antes, la Iglesia en Irlanda debe reconocer ante el Señor y ante otros los graves pecados cometidos contra unos niños indefensos". ¿Qué hay de la complicidad del Vaticano en esos pecados?

En su texto, Benedicto da la impresión de que se ha enterado hace poco de los abusos y se presenta como una víctima más: "No tengo más remedio que compartir la desolación y la sensación de traición que habéis experimentado tantos de vosotros al saber de estos actos pecaminosos y criminales y de cómo se ocuparon de ellos las autoridades eclesiásticas en Irlanda". Sin embargo, la carta de infausta memoria que envió Benedicto en 2001 a los obispos de todo el mundo les ordenaba guardar secreto sobre las acusaciones de abusos sexuales so pena de excomunión, es decir, actualizaba una perniciosa política de la Iglesia, expresada en un documento de 1962, que establecía que tanto los sacerdotes acusados de delitos sexuales como sus víctimas debían "observar el más estricto secreto" y "atenerse a un silencio eterno".

Benedicto, entonces Joseph Ratzinger, era cardenal cuando escribió esa carta. Hoy, cuando ocupa el sillón de San Pedro, ¿vamos a creer que su opinión ha cambiado? ¿Y vamos a conformarnos ante las recientes revelaciones de que en 1996 se negó a destituir a un sacerdote acusado de haber abusado de hasta 200 niños sordos en el Estado norteamericano de Wisconsin?

La carta de Benedicto afirma que su preocupación es "sobre todo ayudar a sanar a las víctimas". Sin embargo, les niega lo que podría sanarles: una confesión inequívoca del Vaticano de que ocultó los abusos y ahora está tratando de ocultar el ocultamiento. Asombrosamente, el Papa invita a los católicos a "ofrecer vuestro ayuno, vuestras oraciones, vuestra lectura de las Escrituras y vuestras obras de misericordia para obtener la gracia de la curación y la renovación de la Iglesia de Irlanda". Y sugiere, cosa aún más asombrosa, que las víctimas irlandesas pueden sanar acercándose más a la Iglesia, la misma Iglesia que exigía votos de silencio a los niños víctimas de los abusos, como ocurrió en 1975 en el caso del padre Brendan Smyth, un sacerdote irlandés que más tarde acabó en la cárcel por delitos sexuales repetidos. Muchos irlandeses, cuando se nos pasó la risa, nos dijimos que la idea de que necesitamos la Iglesia para aproximarnos a Jesús es una blasfemia.

Para los católicos irlandeses, lo que insinúa Benedicto -que los abusos sexuales en Irlanda son un problema irlandés- es arrogante y blasfemo. El Vaticano está actuando como si no creyera en un Dios que todo lo ve. Quienes dicen ser los guardianes del Espíritu Santo se dedican a aplastar todo lo que el Espíritu Santo representa. Benedicto es culpable de dar una imagen falsa del Dios al que adoramos. Todos sabemos, en el fondo de nuestro corazón, que el Espíritu Santo es la verdad. Por eso sabemos que Cristo no está con esos que le invocan con tanta frecuencia.

Los católicos irlandeses tienen una relación disfuncional con una organización que comete abusos. El Papa debe hacerse responsable de las acciones de sus subordinados. Si hay sacerdotes católicos que abusan de los niños, es Roma, y no Dublín, la que debe responder de ello, con una confesión inequívoca y sometiéndose a una investigación criminal. Mientras no lo haga, todos los buenos católicos -incluidas las ancianitas que van a misa todos los domingos, no sólo los cantantes protesta como yo, a quienes el Vaticano puede ignorar sin problema- deberían dejar de acudir al templo. Ha llegado la hora de que en Irlanda separemos a nuestro Dios de nuestra religión y nuestra fe de sus supuestos dirigentes.

Hace casi 18 años, rompí una fotografía del papa Juan Pablo II en un episodio deSaturday night live. Muchos no entendieron la protesta; la semana siguiente, el presentador invitado del programa, el actor Joe Pesci, dijo que, si hubiera estado presente, me "habría dado una bofetada". Yo sabía que mi acción iba a causar problemas, pero quería provocar un debate necesario; ese es uno de los ingredientes de ser artista. Lo único que lamenté fue que la gente pensara que no creía en Dios. No es verdad, en absoluto. Soy católica de nacimiento y cultura, y sería la primera en presentarme a la puerta de la iglesia si el Vaticano ofreciera una reconciliación sincera.

Mientras Irlanda soporta la ofensiva carta con la que Roma pide perdón y un obispo irlandés dimite, pido a los estadounidenses que comprendan por qué una mujer católica irlandesa que sobrevivió a los malos tratos de niña pudo querer romper la foto del Papa. Y que piensen si a los católicos irlandeses, por no atrevernos a decir "merecemos algo mejor", se nos debe tratar como si mereciéramos algo peor.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.


Fuente: El País
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Papa/abrira/investigacion/diocesis/irlandesas/casos/pederastia/elpepusoc/20100320elpepusoc_7/Tes
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/informe/destapa/escandalo/pederastia/Iglesia/irlandesa/elpporsoc/20060309elpepusoc_1/Tes

sábado, 3 de abril de 2010

Spilling my guts

Dispersa, difusa, incrédula, a quince manos y a ninguna, a cinco ciudades y perdida, a tantos lugares con dolor, dolor deliberado y sombrío, regurgitando filosofía atormentada recalcitrante y tóxica, espirales, espirales de colores que confunden en su arco iris, de pérdidas, de crueldad, de planes perversos, de incoherencia, tristeza, melancolía, hastío, plañidos absurdos y baratos como último recurso conocido...

Yo juego, tú juegas, él juega, ella también, nosotros y nosotras jugamos a jugar hasta que perdamos la partida, o hasta que nos encontremos sin máscaras, sin miedos, genuinos, auténticos, sencillos, sin necesidades, sin luchas. Simplemente ser. Y dejar el otro lado.
Lo demás, aburre.

Eva