Cuando la brisa marina me envuelve, siento disolverme en ella. Etérea y vacilante, oscilo por colinas, acantilados y horizontes, sin dirección concreta, sin objetivo claro, sin pesos en las alas.
Cuando las olas se tornan bravas, siento que me absorbe su resaca, como caracola desarraigada, ligera y sin miedo, destino remolinos insospechados, simas abisales, someras preocupaciones.
Creo que al fin lo he logrado.
Fluyo.
Eva
Cuando las olas se tornan bravas, siento que me absorbe su resaca, como caracola desarraigada, ligera y sin miedo, destino remolinos insospechados, simas abisales, someras preocupaciones.
Creo que al fin lo he logrado.
Fluyo.
Eva