Sácanos las cicatrices
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En la calle, en tu trabajo o en tu gimnasio, las historias de personas
intersex se encuentran en todas partes, con heridas que sanas cuando por
fin son v...
Hace 3 días
Imagen de Carmen Pérez, extraída de su blog, http://agapitozapatos.blogspot.com/.jpg)
Ella tenía el corazón congelado, gélido, abrasivo. Tanto lo era, tanto lo estaba, que consiguió llevar el frío al norte del norte, al epicentro del estado. Temblaba de hipotermia mientras la nieve le invadía, esa nieve tan extranjera como ella misma, esa nieve atópica que se refugiaba en improvisados clanes de feudos-paraguas. Caminaba cabizbaja, con el peso del miedo en su nuca, siguiendo el recorrido de los adoquines bilbaínos como si fuesen su última esperanza de seguir el camino de baldosas amarillas.
Tembló. Una sacudida nerviosa recorrió su espina dorsal y el malestar se apoderó de ella. "Es sólo un insignificante bicho", se decía, intentando sosegarse. En un esfuerzo deliberado por racionalizar la situación, imaginaba que, seguramente, ese pequeño ser podría sentir un pavor más que justificado hacia sí que ella no se podía permitir a la inversa. Pero daba igual, eso no conseguía calmar toda su respuesta fisiológica e irracional y, a su vez, tan dolorosamente real.
Talavera de la Reina: 19h. Plaza de San Francisco