Otro 1 de noviembre. El segundo sin ti. Y los segundos sin ti, se me han hecho duros, en ocasiones terribles. "Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados". La Jara está preciosa, antes de que te fueras nunca la veía así. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Ahora camino despacito, bajo la imponente mirada de Gredos, saboreando los colores de mi tierra de origen, y sintiéndome en casa, porque aquí están enterradas mis raíces. "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios". Quizás sean ellas las que aportan esa belleza a este rincón del mundo, pues son puras y limpias, de corazón. Se oye un "Podéis ir en paz" desde el cura al que doy la espalda.
Y yo me pregunto abuela,
¿qué es estar en paz?