Ibas deambulando, cargada con las consecuencias de las únicas compras que te permites al año, notando el dolor de una extremidad no muy conforme con la inversión en tanto peso. Sin más, deambulando, existiendo, respirando, sintiendo cada paso. Y de repente capta poderosamente tu atención una pequeña pizarra en la fachada de un bar:
"HOY CORDERO LECHAL: ¡¡¡21 DÍAS!!!"
Y no puedes evitar que la imagen de un niño a la parrilla acapare tu mente.
Eva
Canibalismo puro y duro! Je je!
ResponderEliminarSaludos desde Irlhadia!
Más que canibalismo analogía grotesca. Donde quedó la ética cuando las personas limitan así la vida de los demás seres vivos por placeres tan terrenales y superfluos.
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