Solas tú y la pantalla, sin florituras. Nada de palomitas, ni coca-cola, nada más allá de tu desnudez expuesta y receptiva. Solas tú y ella, un lunes tarde, al caso, y colonizar una fila estratégica que no arruine el momento, t u m o m e n t o . Desdibújate, fúndete, fusión, desdoblamiento. Cuando escuece, sal ajena para tu alma. Sentirte una más en el teatro de la vida, ser por momentos personaje, no persona. Dolorosos orgasmos onanistas y catárticos, siempre con la inconsciencia de los grandes maestros. Hoy tocó Coppola. Penétrame el corazón, fóllate a mis intereses, haz que me duela tu historia y me mimetice con el dolor universal.
Y olvidar así lo meramente anecdótico.
Eva
