No todo es blanco o negro. Negro no tiene por qué ser el futuro. El futuro es el luego. El luego no existe. Bueno, mejor pensado, el luego existe. Pero lo haces tú. Profecía autocumplida. Creencias del soy, y no del estoy. El ser, la identidad. La identidad como problema. Posmodernidad y nihilismo. La falta de identidad como problema aún mayor. Negación o pereza hacia la identidad individual. Reemplazarla por una grupal estereotipada, acartonada. Por un pack ideológico de marca, que te ahorre el esfuerzo de desarrollar una conciencia crítica. Y así se llega a "el fin justifica los medios". Y arreglamos el mundo descubriendo parte de la etiología del problema. Volvemos al ego. Ego va, ego viene. Ego herido, ego colateral, ego dañino de nueva creación, de expansión pandémica de ego a ego. Fluir es la respuesta. Mas el ego no fluye más que en remolinos de espiral inacabada. Gaupasa. Mari Jaia. Imágenes que quienes no se han molestado en utilizar la conciencia crítica, creen incompatibles. Yo las uno, por mera justicia social.Eva
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Eva, en verdad que sigo encantado con tu forma de hacer llegar tus sentimientos. Este encanto que posees, se hace mayor cuando tocas un tema tan sensible como el que tocas en esta entrada.
ResponderEliminarMucho ánimo y gracias por permitirnos leer algo así. A ver si un día te animas a escribir algo para mi blog como una colaboración, me encantaría en verdad.
¡Un abrazo desde México!
Cualquier categoría de yo necesita la presencia ontológica del otro. Por supuesto, el otro no respira por ti, no piensa por ti, no siente por ti, no vive por ti... ni muere por ti.
ResponderEliminarQuike: Gracias a ti por tus gentiles palabras. Quizá uno de los problemas para terminar con EL problema sea esta anomia de la que adolece, este no poder hablar de ello, este considerarlo tema sensible. Es un tema más que comentar y por el que alzar la voz, porque lo que no se nombra no existe.
ResponderEliminarSobre lo de la colaboración yo encantada, aunque te advierto que soy una veleta en esto de escribir, no tengo hábito ni rutina, cuando sale sale, y cuando no pues nada. Si me sugieres algún tema concreto le daré vueltas a la pelota y cuando me venga el insight te comento.
Anónimo: Nos construimos y definimos, nos guste o no, en base a la alteridad. Suele ser más fácil decir qué no soy, o qué no quiero a definirse en términos incluyentes. Cuando encontramos algo o alguien con lo que nos identificamos, con lo que creemos tener algo en común y no sólo discrepancias, la sensación puede ser maravillosa, ya que no es nada fácil. Pero sigue siendo el otro, afortunadamente la diversidad existe, y debe ser enriquecedora. Que el otro no relegue su vida por ti es lo saludable. Que el otro no haga ni un amago de empatía por lo que se puede sentir, pensar, vivir desde el otro lado es tanto causa de infelicidad como de interminable conflicto. Ojalá se jugase al abogado del diablo más a menudo, las disertaciones filosóficas siempre sirven para algo, por lo menos para escucharse y enriquecerse mutuamente, y gestar un posible germen de entendimiento. En nuestra mano está construir o demoler.
Claro que sí, Eva Danaus.Como pensaba Ortega y Gasset el ser humano es una existencia abierta que se va dando así mismo, seqún los grados de libertad que posea, una configuración a lo largo de su vida.
ResponderEliminarY estrenar vida cada amanecer: la pasión de vivir. No cabe duda que contigo uno siempre se enriquece. Gracias.