"Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco... No hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando...
Y al respirar, intenta ser quien ponga el aire que al inhalar te traiga el mundo de esta parte..."
Vetusta Morla - Al respirar

miércoles, 7 de enero de 2009

Autolisis

No quería dejar ninguna nota ni constancia, no era una misión en aras de producir efecto o afecto alguno en los demás, simplemente, estaba cansada. Sentía el hastío de la vida sobre mis hombros como una pesada carga, como un yugo que me despojaba de toda fortaleza para dar un paso más. Intentaba, eso sí, evitar cualquier problemática añadida a mis personas queridas de forma extrañamente comprensible para el mundo de la vigilia. Y de esta guisa, en plena calle desierta, mientras el frío talaverano penetraba hasta mis huesos, guié aquel filo con pasmosa serenidad y certeza, atravesando de manera rápida y contundente las fibras de mis níveas muñecas. El torrente carmesí no se hizo esperar, dando un tétrico toque de color a las grises aceras de mi pequeña ciudad, horadando la homogénea superficie con un charco de forma indefinida, variable como las nubes a merced del viento. Paulatinamente la debilidad iba pudiendo conmigo, y mis piernas comenzaron a flaquear. Me desplomé como a cámara lenta, intentando permanecer lo más consciente posible en la travesía de mi fin, queriendo empaparme de cada nueva y última sensación corporal con hálito de vida.

Y de repente, apareció mi padre en aquella calle extrañamente desierta, y me cogió en sus brazos de atleta, exactamente de la misma forma en que cuando era niña y me quedaba hasta tarde remoloneando en el sofá, víctima y esclava inconsciente de aquella vieja tele de los años ochenta, me llevaba hasta mi cama, para que siguiera soñando sin percances. Y abrí los ojos y me encontré en mi cama, con el corazón saliéndome del pecho, y busqué atropelladamente algún indicio de cortes en mis muñecas, pero lo más que encontré fue mi brazo izquierdo roto.

Eva (basado en el primer sueño que he tenido sobre mi propio suicidio, desgarradoramente hiperrealista, y que tuve hace unas noches tras haber visto la película "El séptimo sello", de Ingmar Bergman)

4 comentarios:

  1. Anónimo8/1/09, 0:49

    Eva!!!
    no sabia muy bien donde tenia que escribirte el comentario...no domino aún esto de los blogs =P
    me encanta tia! es perfecta la pagina =) la tienes super currada y tiene unos toques muy buenos. me he parado a leer por encima el txoko de las canciones perfectas y acabo de ver algunas que son increibles =)
    feliz navidad, feliz año y nos vemos el lunes en clase que estoi enfermilla y me ha dicho el medico q necesito reposo :S
    ondo loin!!!!
    paaa!!!!

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  2. ¡¡AUPA!! ¡Eskerrik asko, neska! Me alegro mucho de que te guste tanto, ¡aporta todo lo que quieras! Jeje, ya te cotilleé el tuenti y el facebook y vi que tenemos gustos musicales bastante parecidos. Se ve que estas navidades los reyes y el olentzero nos han traído dolencias... Cuídate mucho, musu handi bat eta astelehena arte!

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  3. Como te dije, me parece onírico, lúgubre y sobre todo, muy metafórico. ¡Y qué descriptiva eres! Este es un sueño aterrador e impactante, muy angustioso... por eso te deseo felices sueños, y que la próxima vez nos regales otra experiencia onírica más alegre. Te queremos, ¡¡Eva for president!!

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  4. ¡Muchas gracias! Aprovecho para desahogar mi lado más oscuro en el blog, es necesidad y terapia, sublimación.

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