"Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco... No hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando...
Y al respirar, intenta ser quien ponga el aire que al inhalar te traiga el mundo de esta parte..."
Vetusta Morla - Al respirar

viernes, 7 de noviembre de 2008

Escupiendo este veneno

Una nueva mañana. Intentas camuflar tu corta edad con tretas pintadas de maquillaje improvisado, te vistes con esa ropa "formal" exclusivamente adquirida para su despliegue en estas ocasiones. Lejos de conseguir tu objetivo, y para tu frustración, pareces una muñeca de porcelana con grandes ojos negros y ortodoncia con días contados. Sea como sea tienes que irte. Te embarga un sentimiento de estar un poco disfrazada de persona acomodada al sistema. Caminas por Bilbao, Iturriza, Elcano, Moyúa, Iparraguirre, un guardia civil te mira el culo con descaro, escondido tras su arma. Doblas hacia Henao y sigues caminando, se acrecienta tu ira cuando un tipo con corbata te mira de forma obscena. Entras en el sitio en cuestión. Numerosas mesas llenas de papeles, teléfonos y estreses conforman un paisaje laberíntico. La mujer que te recibe te dice que aguardes, que enseguida baja quien te ha citado. En los cinco minutos de espera un par de mujeres cercanas a la cuarentena te pasan revista a todo detalle, con un aire de anfitrión territorial invadido, parece que se cuestionan qué pretende ésa con pinta de adolescente. Por fin acude la responsable de tu entrevista, te guía atravesando el local atestado de personas, mesas, teléfonos, ambición. Rellenas otro formulario más al más puro estilo "Brazil", en una sala donde una anchísima mesa marca distancias y jerarquías entre tú y ella. Comienza el juego: ella te define un puesto que sabes de antemano que odias, y tú, bien amaestrada, le cuentas todo lo que quiere oír. Aprendes a verbalizar cosas como "me parece muy adecuada la política de fidelización de clientes de esta empresa", cuando realmente estás pensado "me parece que comerciáis con el miedo de la gente, que sois unos desalmados y mentirosos y que fomentáis una espiral de consumo a ritmo exponencial insostenible". Tu lentilla derecha, no muy compatible con el maquillaje y nada acostumbrada a éste, irrita tu ojo hasta que se te saltan las lágrimas. Pides disculpas y te echas unas gotas de colirio, aunque en el fondo sabes que la actriz se confunde con su papel, y que esas lágrimas de aparente mero carácter circunstancial salen de tu alma, implorando que no la vendas. Termina la función y piensas que quizá no sería mala idea volver al teatro, vistas las habilidades de engaño, actuación y persuasión que estás desarrollando. Sabes que te llamarán, y también sabes que rechazarás la oferta, porque una vez más tus principios mandan. Seguramente termines de nuevo en la hostelería, pero siempre con la conciencia tranquila, y eso no se paga con dinero.
Eva

6 comentarios:

  1. Ánimo Eva!!!

    "El éxito no es mas que ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo."
    Estos de RRHH.

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  2. Yo que tú, no descartaría la opción de teatro.. al menos como hobby, si descubrieras que grán arte ser otra persona por un día sin dejar de ser tú misma... Respecto a esa señorita o al resto que se dedican a eso, no son conscientes de que forman parte de la cadena de la vida en el que su trabajo consiste en seleccionar a una persona que lo coloca por encima de propia existencia porque de no ser así no serían productivos...;)

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  3. Hi miss "adolescente" 2008. Siento mucho que te tengas que vender así, pero de algo tendrás que comer. Por cierto, ¿dónde era la entrevista? Lo digo por lo del miedo de la gente y tal, no logro imaginar donde te estás metiendo :-P.

    Otra cosa: "...un guardia civil te mira el culo con descaro, escondido tras su arma."
    Errr... especifica el arma ^_^

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  4. Iván: Muchas gracias por los ánimos y tranquilo, que todo va bien, utilizo este blog como sublimación y desahogo y a veces parece que asusto. Este tipo de experiencias producen insights que te hacen recuperar el norte, como: ¿qué hostias estás haciendo aquí? ¡vete a luchar por lo que de verdad quieres! (a los demás: lo de la jerga psicológica aquí se me perdona porque Iván me entiende)

    Edu: ¡Me alegro de encontrarte aquí comentando! A ver si repites. Lo del teatro la verdad es que es genial, te permite hacer cosas que nunca harías sin la necesidad de sentirte culpable o ridículo/a, porque no las haces bajo tu responsabilidad, sino bajo la del personaje :) Es algo que a mí personalmente me hacía desconectar muchísimo... Pero el tiempo es limitado y hay que priorizar... Te pongo un link a ladrón del silencio y así te promociono más en tu primer aniversario, ¡felicidades!

    Riki: Adivina dónde era la entrevista: ¿quién comercia con el miedo de la gente con base probabilística (además del Partido Republicano de EEUU), a más temor, más dinero? Si lo adivinas ganas una invitación al cine de Talavera (no puedo concretar fecha), con espectáculo callacríos incluído, que sé que te gustó jaja. Ah, y siempre con la mente sucia, tú no tienes remedio. Aquí la Guardia Civil va armada hasta las trancas, con una especie de metralleta o fusil (no entiendo de armas para darte más detalles). No sé si te decepciono, viejo verde ;P

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  5. ¿Los vendedores de armas? ¿Los vendedores de alarmas o medidas de seguridad? ¿Las funerarias? ¿Los bancos? ¿Los medios de comunicación?... Se me ocurren más pero sin tener una pista mal voy xD

    Ah, has dicho que van armados hasta las "trancas" ¿no? Me viene a la mente una escena de Kiss Kiss, Bang Bang con cierta pistola "cojonera" jaja

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  6. No Riki, frío frío, tienes que pensar en algo más cotidiano, más accesible para la gente, ¡que no me codeo con la mafia bilbaína!

    Hace mucho que vi Kiss Kiss, Bang Bang, y no me acuerdo de esa escena particular, pero viniendo el comentario de ti ya la estoy visualizando jajaja

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